Después
de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y
encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y
una compañía no significa seguridad y uno empieza a aprender. Que los
besos no son contratos y los regalos no son promesas y uno empieza a
aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos y uno aprende a
construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es
demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de
caerse en la mitad.
Y
después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el
calorcito del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su
propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y
uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno
aprende.
Jorge Luis Borges