lunes, 23 de septiembre de 2013

El lenguaje de la guerra.

José A. Sánchez Tarifa es doctor en filosofía, criminologo y antropólogo, pero sobre todo es un viajero . El autor narra sus aventuras por el continente africano en su libro " África en el corazón del viajero" Último libro que ha caído en mis manos y que estoy devorando con mucho gusto.Hacía tiempo que un libro no me enganchaba tanto, comencé anoche con él y hoy apenas me quedan un par de capítulos para darle fin.
 Tal vez, el autor comparte la misma pasión que yo por el continente y por ello ha conseguido conectar  a la perfección con mis emociones, especialmente ahora que me queda apenas un mes para volver a tierras africanas.
Uno de los relatos que leí ayer me impresiono mucho y por eso lo quiero compartir aquí.

"-¿Tú de donde eres?
-Sierra Leona, muy bonito pero ahora hay problemas.
-¿Enfrentamientos?
-Sí un gobierno corrupto que dilapida las riquezas del país , sostenido por gobiernos occidentales, a costa de la miseria de millones de personas y de unos asesinos integrados en las Fuerzas de Defensa Civil que hacen todos los trabajos imaginables. Defienden al gobierno y son los que incumplen la ley (...) Es una gentuza de la peor calaña, no se puede tratar con ellos. Nos hemos tenido que defender de estos criminales  y hemos tenido muchos muertos. Mi grupo era especial y estábamos integrados en el Frente Revolucionario Unido. Teníamos confianza en alcanzar la victoria porque había mucho apoyo popular. Al final, el Frente Revolucionario entro en conflictos internos, había demasiados intereses y gente de ideología muy diferente (...) solo nos unía nuestro desprecio al gobierno vigente, ahora el grupo se ha desintegrado y me he quedado en una situación absurda. Sólo sé guerrear, nací en la guerra y es lo único que conozco. Sin grupo, no soy nadie, ya me dirás que futuro me espera. A pesar de las adversidades sobreviviré, estoy acostumbrada a las dificultades y a buscarme la vida.
-Las guerras siempre son malas, hay que evitarlas.
-Eso es fácil decirlo. Los que no habéis vivido una guerra no sabéis lo que sucede en la mente de las personas. Todos los implicados estan dispuestos a matar porque presumen que van a morir. La guerra es un fenómeno social de dimensiones pavorosas. Nunca lo comprenderás. Te aconsejo que te vayas a un lugar en guerra y que stes allí un tiempo. En el fondo es una experiencia muy interesante para conocer bien al ser humano (...) Las guerras son lamentables en un sentido general. Se producen grandes injusticias, pero también grandes justicias. Yo lo único que digo, es que si no has vivido una guerra, tú no sabes quien eres en realidad. Y conocerse a fondo es algo bonito.
-¿Por qué estallan guerras tan violentas en África?
-Es gracioso que eso me lo pregunte un europeo. Respondeme tú por qué  ha habido esas guerras tan descomunales en tu continente; esas sí que han sido terriblemente violentas... con millones de muertos y decenas de países implicados, en enfrentamientos con enemigos exteriores e interiores. Los blancos sois los auténticos especialistas en la crueldad humana. Vuestros inventos para el exterminio del enemigo son diabólicos. Eso nunca hubiera surgido de los africanos; nosotros somos nobles y dóciles por eso se nos ha esclavizado durante siglos. Nuestras guerras son de baja intensidad, continuamente se perdonan vidas (...) A la gente le cuesta trabajo eliminar a un capturado. Nuestras guerras son atípicas, demasiado inocentes. (...) El fin occidental ha sido aniquilar al enemigo por cualquier medio, el europeo no sabe ponerse en el lugar del otro, al enemigo se lo considera infrahumano (...) Algunos dirigentes africanos, incluso asesinos, fueron juzgados públicamente y después le conmutaron la pena de muerte, no tanto por ellos, si no por sus familiares, nos ponemos en lugar de las madres, es algo terrible experimentar cómo muere un hijo. Por eso, preferimos perdonar vidas, si es posible, a veces no se puede impedir la muerte de los enemigos, quien ha vivido una guerra sabe lo que digo (...) En la guerra cualquier acto que se comete tiene un gran sentido. Estamos hablando de una situación extrema. (...) El movimiento diplomático en una guerra africana es impresionante; familias mixtas que piden el cese de enfrentamientos, reuniones continuas de linajes enfrentados proponiendo acuerdos, líderes religiosos que públicamente exponen que se están matando a hermanos de creencias, jefes tribales que intercambian a sus propios hijos para neutralizar a los más radicales de su bando... en las guerras hay continua invitación a la paz, pero parece como una locura colectiva que se adueñara de la mente de las personas. En la guerra lo más cruel es el exterminio, en mi grupo los oficiales asesorados por occidentales, consideraban imprescindible la ejecución de aquellos prisioneros que no pudiéramos mantener porque liberarlos es dar fuerza humana al enemigo. Precisamente, los guerrilleros nos opusimos a esas ejecuciones abusrdas, estando dispuestos incluso a compartir nuestra ración diaria de comida con ellos, con tal de que continuaran vivos. Sabemos que tarde o temprano la guerra acabara y cuando esto suceda no podremos devolverles a las madres sus hijos muertos. Otro sector del grupo propuso que en lugar de matarles, cegaramos a los prisioneros, esto se puede juzgar como crueldad, pero es un acto de estrategia militar que nos dignifica. Se trata de neutralizar fuerza militar tratando de causar el menos daño posible. El grupo también se opuso a esta estrategia, considerándola inhumana, por último consideramos la amputación de las manos, para que los capturados no pudieran volver a coger un arma. Y eso fué lo que hicimos. 
-¿Pero no deja de ser una barbarie, esas personas se quedan sin manos para siempre?
-No puedes venir tú desde tu confortable posición de profesor, a decirme lo que hay que hacer en una guerra, en la que tu propia vida está pendiente de un hilo. (...) ¿Hubiera sido mejor ejecutarlos a todos? Esto era una posibilidad muy fácil de aplicar para nosotros. Estoy muy orgullosa de lo que hizo mi grupo. Era muy humano y siempre se respetó al enemigo como si en un futuro pudiera ser un aliado. Pregúntale a tu madre qué le gustaría más: verte muerto, sin ojos o sin manos. La gente que no ha vivido una guerra resulta estúpida, habla sin saber lo que dice. Nos están muy agradecidos, saben que les hemos salvado la vida. Recuérdalo para siempre; si quieres comprender una guerra, debes primero hablar el lenguaje de la guerra. Si no lo hablas, no te enterarás de nada. Ni comprenderás ni se te comprenderá. Sólo expresarás disparates. (...)
-¿Y qué piensas hacer ahora?
-Tengo varias posibilidades. Me han hablado de la recolección de cacao en Costa de Marfil o en Senegal con la pesca, o si tengo suerte... puede que me acepte algún bando que esté en guerra. A fin de cuentas, es lo mejor que sé hacer, por no decir lo único, y en el ejército no se vive tan mal. Tienes la comida garantizada y el riesgo no es tanto, si sabes actuar con cautela.
- Pareces joven y sin embargo tienes mucha experiencia de la vida.
-No soy tan joven,tengo ya diecisiete años."

"La guerrillera. África en el corazón del viajero. J.A. Sánchez Tarifa."


domingo, 22 de septiembre de 2013

La escala humana


Docu, altamente recomendable: LA ESCALA HUMANA.

Huimos de lo rural a lo urbano y construimos las ciudades, ciudades que ahora nos construyen a nosotrxs. El cemento nos da forma y modifica nuestros modos de vida, nuestras relaciones sociales. El protagonista de nuestras ciudades es el coche, él tiene más espacio para moverse que nosotros lxs peatones. La ciudad esta pensada para él y los pocos lugares para ser usados por nosotros quedan comercializados, las plazas públicas son extensiones de los bares, cuando no de los centros comerciales, no nos queda ni espacio para pararnos en ellas pues las terrazas ocupan los adoquines de estas. Los pocos bancos para sentarse son monoplazas, para que no podamos compartir el espacio callejero con el vecino, para que ni siquiera nos tengamos que rozar. Cada vez vemos menos parques al aire libre, pues los construyen en el interior de las urbanizaciones para que nuestrxs hijxs no tengan que salir a la calle para jugar. Nos estamos encerrando entre paredes de hormigón y estamos tapiando la vida pública y así cada día nos cuesta más compartir con el otro, cada día es más difícil construir comunidad y cada día me cuesta más ser ciudadana de estos monstruos de ladrillo, asfalto, contaminación y consumo.




viernes, 20 de septiembre de 2013

Cami Pipi


Camiseta pintada a mano: PIPI. 12 euritos

-Pau-

Cami frida.


Camiseta pintada a mano: Frida Kahlo 15 euros.

-Pau-

lunes, 16 de septiembre de 2013

Me voy...


Búscate un trabajo serio, deja de viajar a  países raros, es peligroso.  
Para de dar tumbos por el mundo, encuentra tu sitio y estabílizate.   
Niña  haz algo de provecho.
Gana dinero, mejor que no sea en negro. 
Acumula.
Estudia, trabaja, consume, come y calla. 
Engorda, adelgaza.
Adáptate, progresa, sigue estudiando, demuéstramelo con un titulo  y paga  lo que sabes. 
Aprende a conducir y cómprate un coche, gasta gasolina, paga el seguro, el parquímetro y las multas. 
Tal vez deberías pensar en tener algún día una casa, un sitio fijo.  
Asienta la cabeza y asiente con ella.  

Piensa en tu futuro............. 

ME VOY!

Que ya no me acuerdo hace cuanto me crecieron estas alas, pero si me nacieron fueron  para volar. Migro temporalmente a un continente que me enganchó, me voy a conectar con la tierra, con mama naturaleza,  a vivir sin reloj, a vivir, a aprender viviendo.
Yo soy mucho de echar de menos.  Echar de menos olores, sabores, conversaciones, lugares, amigxs, familia, bares, fiestas, risas y confidencias, abrazos y besos, echar de menos también momentos. Pero todo esto me lo llevo. Os llevo a todxs en mi mochila, algunxs ocupáis más que otrxs, pero todxs vais dentro.

 Me voy con la ilusión de hacer algo nuevo y con el miedo de no saber hacerlo.  Me voy cargada de energía para dar todo lo que puedo y dejarme impresionar por todo lo nuevo. Me voy con incertidumbres y con fantasías.  Me voy con un montón de páginas en blanco para escribir. Con desafíos nuevos. 
Viajo para aprender, sembrar y recoger. Viajo también para perderme y luego encontrarme.  Viajo sin billete de vuelta. Esta vez no será el avión quien me haga volver, ahora espero a que me llame otra fuerza. 

A lxs que se preocupen por mí, decirles que estoy segura de que estaré bien, el cuerpo me lo pedía y yo solamente le he escuchado. Hasta pronto! 



Pau

martes, 10 de septiembre de 2013

BULOTNI


Retrato de una de mis hijas de Guinea, con lapices de colores y carbón.

-Pau-

viernes, 8 de marzo de 2013

SOMOS MANADA.


Hoy 8 de marzo no queremos flores, no queremos regalos, tampoco queremos felicitaciones. Queremos nuestros derechos, queremos dinamitar los privilegios concedidos al macho y volar el patriarcado.
Hoy salimos a gritar que estamos hartas de la dominación patriarcal de la que ocurre aquí y de la que ocurre allá. Del varón misógino, del machista de izquierdas y del de derechas. De escuchar gilipoyeces como “hoy el feminismo no tiene sentido” de aguantar insultos, de soportar hasta la saciedad la famosa categoría de “feminazi” solo por defender lo que nos pertenece, nuestra dignidad, nuestros derechos, la igualdad.
Todos los días son días de lucha, pero hoy 8 de marzo salimos para visibilizar nuestras reivindicaciones, para vestir Madrid de violeta y empoderarnos las unas a las otras.
Porque estamos cansadas de que se minimicen nuestras quejas y que nos sigan cerrando la boca. ¡CALLADAS NO ESTÁMOS BONITAS!, vamos a seguir gritando y a organizar nuestra rabia para acabar con las injusticias y las agresiones que sufrimos día tras día.
Porque no queremos vuestros piropos, queremos vuestro respeto, porque no necesitamos vuestra protección necesitamos vuestro apoyo. No queremos ser las victimas queremos ser las empoderadas, las rebeldes, las autónomas. Queremos ser nombradas, no queremos estar a la sombra. No seremos más las esclavas, no seremos más las sumisas, no seremos más las invibisibles.
Autodefensa feminista en contra de las agresiones simbólicas, teóricas, físicas o verbales. Porque nuestros cuerpos no se pegan, no se violan, no se matan… Porque nosotras somos las dueñas y por ello decidimos y porque a pesar de haber sido educadas en el miedo no lo tenemos.
Hoy caminamos juntas y seguimos los pasos de todas las que hace ya tiempo comenzaron este camino, porque ellas también eligieron no tener miedo. Pues somos valientes por mucho que se empeñen en retratarnos como princesas frágiles.
Hartas de los estereotipos de género que nos aprisionan, pues no existe una manera de ser mujer sino tantas maneras como mujeres en el mundo. Porque no somos domesticables, no tenemos por qué ser madres a la fuerza, ni porque ser amas de la casa, ni señoritas de nadie, ni esposas, ni sirvientas, ni dóciles, ni santas…
La lucha será de todas y para todas, hay que destejer tanta maraña de envidias y competencias para hilar con sororidad lazos que nos unan en el proceso de emancipación y de lucha contra la opresión.
HOY ES OCHO DE MARZO, PERO NUESTRO DÍA SON TODOS, PORQUE SIN NOSOTRAS NO SE MUEVE EL MUNDO.



Pau

martes, 22 de enero de 2013

TAMBIÉN ES VIOLENCIA


A medida que voy avanzando en mi trabajo de campo sobre la industria de la estética me voy dando cuenta de lo mucho que apesta este mundo. Un espacio más donde el cuerpo femenino se convierte en objeto sometido, en mercancía exigible.
 La publicidad, las revistas, las pasarelas, los centros estéticos, los maniquís de las tiendas de moda… nos muestran una imagen de una mujer icono. Una mujer  sin redondeces, sin estrías, sin manchas “antiestéticas”, sin un solo pelo, sin un gramo de grasa, sin pliegues, sin piel de naranja… No nos  están mostrando un cuerpo, nos imponen un patrón, una norma. Son  cánones de belleza que funcionan como perfectas herramientas de control social, ya que sí estas fuera de estereotipo marcado no eres bella.   De esta manera comienza el estigma, se inicia la lucha interna por llegar a convertirnos  en ese cuerpo que nos venden.  Así nos sometemos a dietas, a duras sesiones de depilación, a torturas en las máquinas de los gimnasios y un sinfín de locuras más que hemos normalizado y no cuestionamos.

 Algunxs pensarán que estas actividades no están de más, ¿Qué problema hay en cuidarse un poquito? A todxs nos gusta vernos bien  ¿Realmente existe alguna persona capaz de vivir  fuera de estos constreñimientos?, ¿Realmente vivimos esta sarna con gusto?




¿Que ocurre cuando esto se transforma en una carrera por la conquista del cuerpo ideal?, En algún punto de esta carrera, entra la industria médico-estética, las nuevas tecnologías, las operaciones quirúrgicas y así los cuerpos comienzan a convertirse en plastilina. Cuerpos que se pueden modificar a base de bisturí y botox.
Industria que crea mujeres inseguras por tener un culo más ancho de lo establecido, porque su vientre no es liso, porque sus pechos no tienen el tamaño “admirable”, y por un sinfín de características más, que el mercado nos  quiere vender como imperfecciones pero que no son más que realidades.   
Nada peor que lo inalcanzable: comienzan los complejos, las frustraciones, incluso los odios a nuestra propia identidad a nuestro propio cuerpo.
 Esta presión sobre el cuerpo, este control que nos exige ser siempre bellas, esas normas sociales que nos exigen estar bien depiladas, bien maquilladas, bien vestidas, bien peinadas, bien “cuidadas”, delgadas, estilizadas, exuberantes …  
                                  
                                TODO ESTO, MUJER, TAMBIÉN ES VIOLENCIA!

A las gordas que aman su cuerpo y lo exhiben orgullosas, a las valientes que no se depilan, a las que les da igual mostrar sus  piernas marcadas por la celulitis, a las que  estigmatizan como feas pero se adoran como son, a las que alguna vez tuvieron que soportar motes como: ballena, foca, jirafa, palillo, spaghetti, plana… pero que a pesar de todo viven sin complejos. A todas ellas un gigantesco ¡OLÉ! Tenéis mucho que enseñarnos.


Pau